Secretos guardados de Hugh Hefner, que muchas personas no conocian
Hugh Hefner muriĆ³ a los 91 en Los Ćngeles California. Con esta noticia el mundo del espectĆ”culo queda impactado y en parte, agradecido porque este hombre fue un icono cultural en tiempos de la revoluciĆ³n sexual, un campo de batalla moral y una fĆ”brica de estrellas erĆ³ticas. Su logo del conejito y sus cĆ©lebres fotografĆas al desnudo se imprimieron indeleblemente en la cultura pop del siglo XX e inicios del XXI.
Por eso, aquĆ te mostramos aspectos de la vida de este “empresario” que pocos conocĆan:
MĆ”s allĆ” de los atavĆos de lujo, Hefner fue una figura en la cultura popular e incluso fue pieza clave que influyĆ³ en la sociedad en los Ćŗltimos 50 aƱos, al crear una marca pero sobre todo de enseƱarle al mundo que el sexo, la sensualidad y el estilo pueden reunirse en un solo lugar: Playboy
Hefner naciĆ³ el nueve de abril de 1926 en Chicago, fue el hijo mayor de una familia de padres conservadores de religiĆ³n protestante; desde muy corta edad se distinguiĆ³ de tener un espĆritu emprendedor.
De perfil artĆstico y crĆtico se involucrĆ³ en estudios del arte y la sociologĆa, de esta manera empezĆ³ a interesarse en el papel que juega la sexualidad en la sociedad, una idea que mĆ”s adelante revolucionĆ³ los estĆ”ndares de lo explĆcito y lo Ćntimo con su revista.
Sus primeros trabajos los realizĆ³ como creador de contenidos de publicidad en empresas como Carson's y la aĆŗn vigente revista de estilo, Esquire. Era el momento donde Hefner ya estaba en el medio, a punto de despegar.
La obsesiva idea de tener una revista de contenido original no se fue de su mente, para lograr su objetivo tuvo que desempeƱarse como encargado de distribuciĆ³n en una publicaciĆ³n de actividades para niƱos, actividad que no le satisfacĆa del todo.
La primer revista de Playboy, en la cual aparece la mĆtica imagen de calendario de Marilyn Monroe, fue editada en diciembre de 1953 la cual fue financiada principalmente por su familia y por sus ahorros de su anterior empleo, de hecho la revista saliĆ³ sin numeraciĆ³n ante la incertidumbre de no saber si se imprimirĆa un segundo nĆŗmero.
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