Sheila seguirá en cada barrio

En el acto velatorio en capilla ardiente, que se realizó en la cámara del Concejo Municipal de Libertador, el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, entregó la orden Eliézer Otaiza post mórtem a la luchadora social Sheila Silva, quien se desempeñaba como coordinadora de la Gran Misión Hogares de la Patria en Caracas, y que murió la noche del pasado domingo en su residencia en la parroquia El Valle.

En el lugar, el mandatario municipal, quien estuvo acompañado de la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez, ofreció unas sentidas palabras a quien entregó su vida al servicio de los más vulnerables, con un marcado sentido humanista y revolucionario. A continuación el discurso completo:

“Sheila era una sonrisa que estaba en cada calle, una sonrisa a flor de labios en cada barrio, en cada puerta que tocaba, donde alguien sufría, en cada casa donde había que llevar alimento, consuelo, abrazo. Estaba en todas las luchas, era una vida intensa que alumbraba por ahí.

Se volvió amada, se volvió una tradición llegar a una actividad en algún barrio o concentración con nuestro Presidente o al salir a las calles a luchar en contra de cualquier agresión, de cualquier injerencia extranjera o cuando salimos a defender a esta Revolución, era tradición voltear y buscar a Sheila, siempre la encontrábamos, siempre estaba ahí en la primera fila con su gran sonrisa.

La recuerdo en aquella primera actividad de campaña en el año 2009 en la parroquia Santa Rosalía, en una cancha donde éramos pocos, pero los pocos que éramos estábamos llenos de amor y entre esos pocos estaba Sheila.

Era una vida intensa que alumbrada por allí y hoy le decimos que no nos abandone, que se quede con nosotros, que nos siga acompañando en estas luchas, que nos permita voltear en cualquier concentración buscando su sonrisa.

Estamos adquiriendo una inmensa deuda con ella y con cada mujer de esta tierra que reciba maltratos del hombre bajo, lleno de miedo, lleno de oscuridad.

Vamos a saldar esa deuda que no puede seguir ocurriendo nunca más, ni una más. Lo decimos con todo lo que significa haber conocido a Sheila en esta ciudad.

Ni una más pero también ni un silencio más ante la voz de las mujeres de esta Patria que bastantes instrumentos nos han proporcionado para enfrentar la agresión, el maltrato y la violencia.

Ni el más mínimo maltrato puede permitirse, que no pueda un hombre, que se llame hombre, permitirse ni siquiera un grito, aspaviento y muchísimo menos cualquier forma de agresión física.

Como tenemos una deuda con Sheila, le he planteado a la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente y a nuestro presidente Nicolás Maduro que en el capítulo especial para la mujer en la nueva Constitución, que aprobaremos los venezolanos, sea incoporada la protección a nuestras mujeres de la agresión.

Mucho se ha hecho, pero han sido siglos de maltrato, de silencio, por tanto, queda mucho por hacer para que el dolor no nos embargue de esta manera. Un hombre que creció sin amor cegó una vida llena de amor.

El mensaje con el que nos acompaña Sheila para luchar contra la violencia doméstica es la palabra, la solidaridad, es creerle a la mujer o al niño cuando denuncia un maltrato, es acelerar cualquier trámite de cualquier organismo para proteger, para cuidar.

Le pedimos a nuestra hermana Sheila que se quede con nosotros, que la vamos a seguir buscando en las marchas, la vamos a seguir mirando en las concentraciones, desde la tarima insistiremos en buscar su sonrisa, pero también le decimos que esa deuda que hemos contraído contigo, hermana, la vamos a saldar.

Te espero en las luchas y quiero compartir un poema de una mujer española, Ana Muela Sopeña:

La tristeza me ha hecho recordar
nuestras charlas abiertas, sin 
disfraces.
Me he quedado sin aire al enterarme
de tu partida inmersa en el misterio.
Huérfana queda, con heridas,
la memoria del mundo.
Quédate aquí, hermana, nos seguiremos viendo, nos vemos en la lucha. Hay mucho por hacer todavía”.

En capilla ardiente honraron la memoria de la trabajadora

En capilla ardiente, familiares, amigos y compañeros de lucha de la revolucionaria Sheila Silva, leyeron un manifiesto donde se rechazó el femicidio de la luchadora social y, en ese sentido, se propuso la creación de la micromisión Sheila Silva.

Este programa, explicaron, poseerá dos vértices, que serán la atención inmediata, seguimiento y aceleración del proceso judicial en casos de violencia doméstica, así como el resarcimiento del daño ocasionado a las víctimas. Igualmente hicieron un llamado a las mujeres a que levanten la voz ante casos de maltrato para poder castigar el abuso oral y físico por parte de los hombres hacia las féminas.

En el homenaje que se ofreció a la trabajadora revolucionaria se escuchó Los que mueren por la vida de Alí Primera, tema que encendió los corazones de los presentes quienes entonaron a una sola voz.

Aritza Tomoche, compañera de trabajo de Sheila, la recordó como una persona entregada al trabajo.

“Con este proceso revolucionario, ella estaba rodilla en tierra. No merece haber muerto de esa forma, se debe hacer justicia. La recordaremos como era, alegre, dispuesta y humilde, fue una camarada que para nosotros no ha muerto”, dijo.

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Sheila, ¡te quedas!

Sheila Silva, ¡te quedas con nosotros!
Te quedas con quienes te amamos.
Te quedas con quienes tuvimos la dicha de recibir tu cariño, tu alegría, tus abrazos, tu bondad.
Te quedas con quienes estuviste luchando en los caminos de la Revolución.
Te quedas con nosotros, las de Chávez, los de Chávez.
Te quedas aquí, con las mujeres, las niñas y los niños que amaste tanto.
Te quedas con nosotras y nosotros, tus amigas, amigos, hermanas y hermanos de la vida.
Te quedas porque eres una guerrera, luchadora incansable por el pueblo.
Te quedas porque eres de las imprescindibles. Y ahora serás más.
Ahora serás bandera de la lucha contra el odio y el machismo asesino.
Serás canto para la vida, que se debe celebrar siempre con la alegría y la sonrisa que nos diste.
Serás la victoria de las mujeres.
Serás amor y vida eterna.
¡Hasta siempre querida amiga, camarada!
VIVIRÁS Y VENCEREMOS

Compañeros de Fundapatrimonio