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El poder de la banana puede librarnos de las células enfermas

La fruta mágica que nos llena de dicha el corazón y hasta ¡Puede hacer brillar nuestros zapatos!    
En Japón es conocido el deleite que sienten tanto los adultos como los niños al degustar las sabrosas bananas (o plátanos)[1]. Detrás de tan fervoroso amor los científicos japoneses descubrieron en las bananas una sustancia conocida comoFactor de Necrosis Tumoral (TNF) que provoca importantes beneficios a la salud.
Recientemente en la Universidad de Tokio, Japón, el profesor Yamazaki realizó investigaciones en animales que le permitieron comparar los índices de actividad inmunológica en una amplia variedad de especies de frutas, entre ellas: bananas, uvas, manzanas, sandías, piñas, peras y caquis. Con ello logró demostrar que el consumo de bananas incrementa notablemente el volumen de glóbulos blancos en la sangre, mejora también la función del sistema inmunológico, y produce la sustancia anticancerígena TNF encargada de eliminar estas células anómalas en el cuerpo humano.
En base a estos experimentos se  conoció que, en las bananas bien maduras, cuando su cáscara se torna visiblemente manchada o cubierta de puntitos negruzcos, la tasa de actividad inmunológica es increíblemente elevada, y genera efectos terapéuticos mucho mayores en enfermedades como el cáncer. Afirma el profesor Yamazaki que, en relación con las bananas aún verdes, la capacidad para incrementar el número de los  glóbulos blancos es ocho veces superior en las bananas ya maduras que muestran esta apariencia oscura sobre su cáscara.
Lo más llamativo del descubrimiento es que revela que la acción de esta sustancia no provoca una multiplicación a ciegas de los glóbulos blancos en la sangre, sino que el consumo de bananas estimula la actividad inmunológica de manera relativamente suave e inteligente, o sea, que esta sustancia es capaz de discernir entre un estado saludable en el que no incrementa        las células blancas, y un estado enfermo (falta de vigor inmunológico: personas de edad avanzada o debilidad física), cuando genera una multiplicación suficiente de anticuerpos.
Composición de la Banana
Las bananas tienen en su composición tres azúcares naturales (muy elevados en bananas bien maduras, no así en las verdes que conservan un mayor porciento de almidón), ellas son: la sacarosa, la fructuosa y la glucosa, que actúan en base a una sinergia que favorece el correcto funcionamiento del cuerpo humano.
Al mismo tiempo, las bananas constituyen una fuente rica de fibra vegetal (2,4 g /100 g para una fruta); algunas del tipo conocido como fibra soluble intervienen en la regulación del tránsito intestinal  y  protegen el colon al inhibir el crecimiento de las células tumorales.
En cuanto al aporte calórico los investigadores aseguran que con el consumo de solo dos bananas se obtiene la energía (100 calorías por cada 100 g, la manzana por ejemplo solo aporta 60) requerida para mantener una práctica de ejercicios vigorosos durante noventa minutos. Por esta maravillosa composición de nutrientes naturales no es extraño, entonces, que muchos atletas de alto rendimiento del mundo sientan una especial preferencia por esta fruta.
Sin lugar a dudas, resulta altamente recomendable incorporar una o dos bananas en nuestra dieta diaria para así elevar nuestra resistencia al contagio de enfermedades e infecciones, especialmente para inmunizarnos frente al ataque de virus que ocasionan el resfrío y la gripe.
Usos terapéuticos varios
El consumo de bananas no sólo aporta abundantes cantidades de energía sino que también nos ayuda en el tratamiento de variadas enfermedades, no obstante, el beneficio es mayor cuando las consumimos con carácter preventivo porque mejora el estado físico general de manera permanente.
En el tratamiento de enfermedades resulta especialmente efectivo para tratar:
La depresión: Una encuesta reciente concluye que las personas que sufren de depresión mejoran y sienten alivio después de haber ingerido bananas. La explicación científica de este efecto está en el hecho de que las bananas contienen aminoácidos esenciales (triptófano) involucrados en liberar serotonina, sustancia responsable de favorecer la relajación mental, inducir el sueño y estimular el buen humor en la gente.
La anemia: El abundante contenido de hierro en la banana estimula la presencia de porcentajes adecuados de hemoglobina en la sangre.
La Hipertensión: La banana por su alta concentración de potasio e índices muy bajos de sal resulta ideal para reducir la presión arterial. Con el consumo de dos bananas grandes (de 125 g de peso) se obtiene 1g de potasio que cubre la cantidad diaria necesaria de este mineral para evitar la hipertensión y mantener el corazón sano. Recientemente la “Food and Drug Administration” (FDA) de los EE.UU., autorizó al sector agroindustrial vinculado al cultivo de banana a realizar campañas de difusión masiva sobre el consumo de banana para reducir los riesgos de sufrir hipertensión y derrame cerebral. El potasio de las bananas puede regular la frecuencia del ritmo cardíaco y de esta forma permitir el suministro adecuado de oxígeno al cerebro, de igual manera al intervenir en la eliminación de los excesos de líquidos corporales colabora en la desintoxicación sanguínea. Hacemos notar que en situaciones de elevado estrés el metabolismo se acelera, reduciendo los niveles de potasio. Por tanto, un alto contenido de este mineral en la banana puede justamente compensar esta pérdida.
La capacidad cerebral: Con el fin de comprobar si el consumo de bananas mejoraba la capacidad cerebral y facilitaba el aprendizaje educativo, en Inglaterra, se sometió a 200 alumnos durante un semestre, a una dieta que incluía bananas en el desayuno, el recreo y el almuerzo. Estos estudios revelaron que las bananas, ricas en potasio, fósforo y vitaminas del grupo B, mejoran la concentración de los educandos y los beneficia en el desarrollo de habilidades relacionadas con la lectura.
El estreñimiento: La banana es un alimento rico en fibra vegetal, es por ello que colabora en la restauración de los niveles normales de actividad gastrointestinal eliminando las molestias que ocasiona el estreñimiento, sin tener que recurrir al uso de laxantes.
La resaca: Es recomendable ante síntomas de resaca comer bananas endulzadas con miel de abejas. La banana relaja el estómago, y la miel mejora el nivel de azúcar en la sangre; estos hidratos de carbono en forma de azucares, alcanzan a nutrir el cerebro y eliminan el agotamiento mental.
La angina de pecho: La banana es la fruta ideal para todos aquellos que padecen del corazón (arritmias, infartos, insuficiencia cardíaca, etc.), debido al adecuado cociente Potasio/Sodio que posee (396 mg de Potasio y 1g de Sodio por cada 100 g de parte comestible). Además, por sus cantidades de vitaminas del grupo B y de mineral de magnesio, el corazón es energizado de manera natural y se frena también el progreso de la arteriosclerosis. Tienen asimismo efecto analgésico. Y reduce igualmente el nivel de colesterol.
Languidez en las mañanas: Después del desayuno y antes del almuerzo, comer una porción de banana puede mantener los niveles adecuados de azúcar en sangre, incrementando así el vigor físico.
Picaduras de mosquito: Frotar la superficie de la piel con cáscara de banana puede aliviar el prurito, ardor y molestias causados por la picadura de insectos, también tiene efecto anti-inflamatorio.
Stress y tensión nerviosa: La banana por su alto contenido de vitaminas del grupo B ayuda a relajar y a aliviar el sistema nervioso.
Sobrepeso: Cuando las personas se encuentran sometidas a una excesiva presión laboral, u otra, es común que reaccionen mordisqueando chocolates, dulces[2] u otros alimentos como papas fritas. La gente con sobrepeso a menudo tiene trabajos estresantes. El estudio científico concluyó que para evitar el deseo por ciertos alimentos que se consumen para intentar calmar los nervios, debemos elegir otros que no posean azúcar refinada,  por ejemplo, bananas, cuyos azúcares son absorbidos más lentamente y no ocasionan por tanto, una brusca subida del nivel de glucosa en sangre; en estos casos la banana resulta la opción ideal y más saludable. Además, la banana, con valores ricos en             potasio, ayuda a equilibrar las cantidades de agua en el cuerpo, y al contrarrestar los excesos de sodio, favorece la eliminación de los líquidos, resultando ideal para los que desean bajar de peso.
Úlcera gástrica: Las bananas son capaces de regular los trastornos gastrointestinales debido a la calidad de sus fibras vegetales, suaves y sedosas. Para pacientes con úlcera gástricas crónica, las bananas, constituyen el único alimento que pueden comer crudo, sin que les ocasione algún tipo de reacciones adversas. Las bananas también pueden neutralizar la acidez estomacal, combatir la gastritis, y reducir el dolor asociado.
Control de la temperatura corporal: En diferentes países, regiones y culturas, las bananas son utilizadas como un antipirético. En Tailandia, país tropical y caluroso, las mujeres al momento de dar a luz comen banana, para evitar que el bebé sufra el rigor de las altas temperaturas cuando nace.
Para eliminar el hábito de fumar: Las bananas pueden acompañar a las personas que fuman durante sus terapias para dejar el hábito, pues contienen vitaminas B6 y B12, así como potasio y magnesio, los que compensan anímicamente a estos pacientes cuando comienza a faltarles el estímulo de la nicotina.
Derrame cerebral: Según un estudio publicado en la prestigiosa revista médica “The New England Journal of Medicine”, la probabilidad de muerte ocasionada por accidentes cerebro vasculares puede disminuir hasta en un 40% cuando se consumen bananas a largo plazo.
Para aliviar los ojos secos y, para evitar el envejecimiento prematuro: En el caso de las personas que trabajan con computadoras es habitual que sientan síntomas de sequedad en los ojos, hinchazón o dolor. Con la ingestión de una banana por día, debido a su composición rica en potasio, podemos aliviar estos síntomas. Asimismo, una ingesta excesiva de sal en las comidas puede ocasionar la retención de una gran cantidad de agua en las células, lo que puede ocasionar irritación en los ojos e hinchazón. El potasio de la banana, al colaborar con la expulsión de este exceso de sal, propicia el adecuado equilibrio de potasio y sodio en el organismo, aliviando así los síntomas oculares. De igual manera, la banana por su gran cantidad de caroteno, combate los síntomas de: dolor, ojos secos y sin brillo, y deshidratación. En términos generales comer bananas no sólo reduce la presencia de estos síntomas sino que logra aliviar la fatiga ocular, y en combinación con las vitaminas, como la C, evitan el envejecimiento prematuro.
Muy superior a otros alimentos
La banana merece entonces formar parte del tratamiento natural de múltiples enfermedades.
Comparando a la banana con otras frutas, por su acción prodigiosa sobre la salud humana a través de la historia, podríamos validar la preeminencia indiscutible de sus virtudes. Por ejemplo, la banana tienen cuatro veces más cantidades de proteínas, y tres veces más cantidades de fósforo que la manzana. Entre sus ventajas también incluye cinco veces más cantidades de vitamina A, y de hierro, y por si fuera poco, tiene más del doble de hidratos de carbono, otras vitaminas y otros minerales.
La banana es, asimismo, muy  rica en potasio y, solamente la palta y el dátil la superan en cantidades de este mineral. Sin duda alguna, estos excelentes valores nutricionales convierten a la banana en un alimento que ofrece innumerables beneficios para la salud humana. Aquella frase antigua quizá debiera ser actualizada y, en lugar de manzana, decir:“Una banana al día, mantiene al médico alejado”.
Alcanzar a sentirnos dichosos y felices es un deseo que todos anhelamos. Si miramos atentamente a nuestro alrededor, no muy lejos de nosotros, descubrimos, por ejemplo, que los monos alcanzan estados de buen ánimo y felicidad duraderos. ¿Acaso es porque los monos comen una gran cantidad de bananas?
Incluso, tan generosa fruta puede, increíblemente, ¡hasta ofrecerle al hombre un medio para lustrar, de una manera simple, sus zapatos! Probemos entonces este “utilísimo consejo”: con el interior de una cáscara de banana, frotemos directamente la superficie de nuestros zapatos, luego, pasemos sobre ellos un paño seco y pulcro, el efecto resultará instantáneo: ¡Qué fruta mágica!
PREPARACIÓN Y EMPLEO
CRUDOS, es la forma ideal de consumirlos, pues así conservan todos sus nutrientes. Cuando estos son recolectados y trasportados aún  verdes, y son madurados artificialmente, ello provoca que pierdan sus azucares y vitaminas.
COCINADOS, pierden la mayor parte de sus vitaminas aunque conservan los carbohidratos, minerales y otros nutrientes.
.[1] Ambas palabras hacen referencia al mismo fruto.  Se usa el término banana para la fruta comestible cruda, y el de plátano para los que requieren cocción previa, estos son más duros, verdes y se comen únicamente luego de cocinarlos (muy utilizados en América del Sur). A diferencia de las bananas usadas usualmente en postres, los plátanos también se fríen, hornean y funcionan como una guarnición deliciosa tanto para carnes como para vegetales.
.[2]Cien gramos de bollería industrial aportan 400 calorías, sin los minerales y las vitaminas que la banana suministra.

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