“Iba a asesinar a Timochenko y a Petro”: cubano detenido tras ser señalado de pertenecer a ISIS
El ciudadano cubano Raúl Gutiérrez, detenido en marzo pasado tras establecerse que tenía planes para cometer atentados en el país supuestamente patrocinado por el Estado Islámico, aseguró este jueves que su idea era asesinar a Timochenko, a Gustavo Petro y atentar contra la Embajada Cubana.
Gutiérrez, desde la cárcel La Picota de Bogotá, negó pertenecer a Isis o alguna célula yihadista pero contó que estaba al mando de sectores de ultraderecha que le habían ordenado perpetrar acciones violentas contra la izquierda colombiana.
En diálogo con la emisora capitalina 'W Radio', el cubano dijo que se hizo militar experto en inteligencia en La Habana y que luego abandonó la isla para unirse a grupos en contra del régimen cubano de los Estados Unidos.
En Norteamérica, dijo, ingresó a un grupo denominado MJ51 -Movimiento Justiciero 51-, financiado por exiliados cubanos en Miami y la extrema derecha colombiana. Llegó a Colombia por Venezuela, recorrió varias ciudades y estuvo haciendo inteligencia para atentar contra la sede diplomática de Cuba en Bogotá y contra el líder de las Farc, Rodrigo Londoño, Timochenko, en Armenia.
Su enlace en el país eran miembros de las autodefensas, afirmó. Y agregó que además recibía instrucciones de un cubano, a quien identificó como Roberto Hernández, quien supuestamente trabaja con la campaña del candidato presidencial del Centro Democrático, Iván Duque, y el expresidente y senador de esa colectividad, Álvaro Uribe.
Sobre el plan de asesinar al candidato presidencial cordobés, Gustavo Petro, aseguró que le entregaron un perfil del izquierdista y que, aunque no alcanzó a hacerle inteligencia, el plan estaba en marcha.
"Iba a atentar contra el líder de la guerrilla que se desmovilizó y contra el candidato que se está lanzando ahora de apellido Petro, que era del M-19".
Acerca de su relación con el Estado Islámico explicó que quienes lo contrataron le recomendaron que se hiciera pasar por yihadista y conversara con simpatizantes de este grupo terrorista.
Al ser preguntado por su estado psicológico y por si tenía problemas psiquiátricos, respondió: "Ojalá y los tuviera, para salir de esto, salir a la calle como loco. Soy un soldado. Respondo por los delitos que sean. No voy a entregar a nadie. No soy un sapo. Prefiero que me fusilen. A los que dicen que soy un loco, les pido que vayan a la Fiscalía en grupo y pidan mi liberación como loco, me harían un favor".
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