El Huracán Milton avanza hacia Florida, con vientos que alcanzan los 260 kilómetros por hora
El huracán Milton se dirigía el miércoles hacia una posible colisión devastadora en la costa oeste de Florida, donde algunos residentes manifestaron su intención de permanecer en sus hogares a pesar de la orden de evacuación que afectó a millones de personas. Las autoridades advirtieron que aquellos que decidieran quedarse tendrían pocas posibilidades de sobrevivir.
La región de Tampa Bay, con más de 3,3 millones de habitantes, se encontraba en riesgo de sufrir daños extensos, tras más de un siglo sin experimentar el impacto directo de un huracán de categoría 3 o superior. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos anticipó que Milton, que había alcanzado la categoría 5 en gran parte de su trayectoria hacia la costa, probablemente se debilitaría, pero aún podría tocar tierra como un huracán de categoría 3 o superior el miércoles por la tarde.
En la madrugada del miércoles, el centro del huracán se ubicaba a unos 580 kilómetros (360 millas) al sureste de Tampa, con vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora (160 millas por hora), según el Centro Nacional de Huracanes.
Los meteorólogos preveían que el huracán mantendría su fuerza al atravesar el centro de Florida el jueves, dirigiéndose hacia el océano Atlántico. La trayectoria exacta seguía siendo incierta, y los expertos ajustaron ligeramente su pronóstico hacia el sur de Tampa el martes.
Miles de vehículos abarrotaban las autopistas de Florida en su intento de escapar de la tormenta, pero el tiempo para evacuar se estaba agotando el miércoles. La alcaldesa de Tampa, Jane Castor, advirtió que una marejada ciclónica de 4,5 metros (15 pies) podría engullir una vivienda por completo.
“Si estás dentro, básicamente ese es tu ataúd”, afirmó la alcaldesa.
Milton se dirige hacia comunidades que aún se recuperan del huracán Helene, que hace dos semanas inundó calles y hogares en el oeste de Florida, dejando un saldo de al menos 230 muertos en el sur de Estados Unidos.
En la localidad costera de Punta Gorda, situada a unos 160 km al sur de Tampa, las calles permanecían inundadas el martes, con acumulaciones de hasta 1,5 metros de muebles, ropa, libros, electrodomésticos y otros desechos empapados que habían sido retirados de las viviendas afectadas.
Aunque muchas casas estaban deshabitadas, Scott Joiner, un contable y coleccionista de arte, continuaba en el segundo piso de su residencia de estilo Nueva Orleans, construida hace 17 años. Joiner relató que durante el paso de Helene, el primer piso de su hogar se inundó, y había tiburones toro nadando en las calles, mientras que un vecino necesitó ser rescatado en piragua.
“Tener agua es una bendición”, expresó Joiner, “pero también es muy peligrosa”.
Joiner mencionó que planeaba resistir otra ronda y permanecer en su casa durante el paso de Milton, a pesar de los riesgos involucrados.
Las autoridades han emitido órdenes de evacuación para 11 condados de Florida, que albergan a una población total de 5,9 millones de personas, según estimaciones del Censo de Estados Unidos.
Se ha advertido que aquellos que decidan quedarse deben estar preparados para valerse por sí mismos, ya que no se anticipa que los equipos de emergencia arriesguen sus vidas para realizar rescates en el momento más crítico de la tormenta.
Un dron captó imágenes de nubes tormentosas sobre el río Caloosahatchee mientras el huracán Milton se aproxima a Fort Myers, Florida, el 8 de octubre de 2024.
En Riverview, al sur de Tampa, varios conductores que esperaban en una larga fila para repostar el martes afirmaron que no tenían intención de evacuar.
“Creo que simplemente nos quedaremos, ya sabe, lo soportaremos”, comentó Martin Oakes, de la cercana localidad de Apollo Beach. “Tenemos las persianas puestas. La casa está preparada. Así que esto es como la última pieza del rompecabezas”.
Otros optaron por no arriesgarse tras el paso de Helene.
En la isla Anna Marie, situada en el extremo sur de Tampa Bay, Evan Purcell estaba empacando las cenizas de su padre y tratando de atrapar a su gato de 9 años, McKenzie, mientras se preparaba para partir el martes. Helene había causado daños por miles de dólares al inundar su casa, y temía que Milton pudiera llevarse lo poco que quedaba.
“Todavía estoy en shock por lo que ocurrió la primera vez y ahora se aproxima la segunda”, comentó Purcell. “Tengo un mal presentimiento sobre esto”.
Los gobiernos locales y estatales estaban trabajando para retirar los escombros dejados por Helene antes de la llegada de la nueva tormenta, preocupados de que el nuevo huracán pudiera convertir los restos sueltos en proyectiles. El gobernador Ron DeSantis informó que el estado había desplegado alrededor de 300 camiones volquetes, que habían recogido 1.300 cargas de escombros.
En México, las autoridades del estado de Yucatán reportaron daños menores cuando Milton pasó cerca de su costa. Los vientos derribaron líneas eléctricas, farolas y árboles, además de causar daños a algunas pequeñas estructuras con techos de palma, según indicó el gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz. No se reportaron muertos ni heridos.
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