¿Es posible desafiar a la genética y conseguir tener ojos azules?
El color de nuestros ojos se fija en el momento de la concepción, pero gracias a la ciencia ya no será exclusivamente cuestión de genética. ¿Cuánta gente con ojos marrones ha deseado a lo largo de su vida tener unos bonitos ojos azules? Muchos pueden sentirse identificados con esta pregunta y es que solo el 10% de la población mundial tiene la mirada de este tono, mientras que el 80% los tiene marrones y el verde solo lo poseen un escaso 3%.
El tono de nuestros ojos está determinado por nuestra herencia genética, es decir, es color de los ojos de nuestros padres determinará los nuestros. Es pura probabilidad.De hecho, existe una calculadora, que te indica el probable color de ojos que tendrán tus hijos a partir del tono de tu mirada y la de tu pareja.
Si tiramos de las matemáticas podemos calcular que, si ambos cónyuges tienen la mirada de color marrón, la probabilidad de que sus descendientes tengan ese mismo color asciende hasta el 75% aproximadamente, 19% de que los tenga verdes y un escueto 6% de que sean azules. Y si se combinan el marrón y el azul, la probabilidad de cada color es de un 50%.
Como en todos los ámbitos, la ciencia y la medicina están dando pasos de gigantes en los últimos años gracias a las nuevas tecnologías. Y si es posible quitarse las arrugas de la cara o aumentarse partes de nuestro cuerpo con las que no estamos conformes, por qué iba a suponer un problema desafiar a la genética y cambiarnos el color de ojos.
Hasta hace unos pocos años, las opciones que teníamos para cambiar la tonalidad de nuestra vista eran las lentillas de colores. Surgió toda una moda alrededor de ellas y era habitual encontrarse por la calle personas con la mirada más felina, con los ojos de color gris o incluso con un tono menos normal que el azul, el ámbar. Pero todo eso ya ha quedado atrás porque una empresa asegura haber desarrollado un tratamiento capaz de modificar el color de manera permanente.
Este tratamiento solo serviría para pasar del marrón al azul, pero Stroma Medical, la compañía que desarrolla este procedimiento, ya trabaja en nuevas formas de añadir más variedad de colores. Advierten que el cambio es irreversible, por lo que hay que estar muy seguros de que lo queremos hacer.
Desde Stroma Medical informan que este nuevo procedimiento también serviría para corregir la heterocromía, una condición por la que cada ojo es de un color o incluso en un mismo iris aparecen más colores.
Todos tenemos los ojos azules. Sin embargo, en el caso de los ojos marrones, hay una fina capa de pigmentación marrón por encima del iris.
Aseguran que el tratamiento es sencillo y sin dolor
"Ya es posible cambiar el color de nuestra mirada de manera permanente"
Cuentan que el tratamiento no llevaría más de unos pocos minutos, sin embargo, los resultados no se verían hasta dos o cuatro semanas después. La forma de llevarlo a cabo sería utilizar un láser de baja intensidad que descompondría esta capa de pigmentación marrón para que nuestro cuerpo la vaya degradando y la elimine poco a poco.
De esta manera se dejaría al descubierto el estroma del iris y los músculos que conforman su anillo. "Cuando la luz incide en estas fibras, estas reflejan solo una longitud determinada de onda del espectro luminoso, que es la que corresponde al color azul", explica Gregg Homer, fundador de Stroma Medical a la CNN.
El tratamiento aún se encuentra en fase de pruebas clínicas por lo que aún no está disponible para aplicarse en seres humanos. Aun así, ya cuenta con numerosos detractores, entre ellos científicos y oftalmólogos que opinan que la idea de manipular algo tan delicado como la vista por motivos estéticos no tiene ningún sentido.
La investigadora y especialista en el campo de la visión, la Doctora Celia Sánchez Ramos ha declarado que tiene sus reservas respecto a este tratamiento ya que falta información mucho más concreta que la que han ofrecido hasta ahora: "No hablan de qué tipo de láser utilizarían, y eso es importante, porque aseguran que los rayos no entrarían por la pupila hasta la retina, pero no sé cómo iban a evitar que entrase ninguna radiación", explica a una entrevista ofrecida a El Confidencial.
A pesar de lo comentado por la doctora Sánchez, este no es el único tratamiento existente para cambiarnos el color de la vista. Por ejemplo, podemos contar con la queratopigmentación o el tatuaje corneal que ha sido utilizado durante años para mejorar la apariencia estética de las personas ciegas con leucomas y que ahora ha dado el salto a las personas con la vista sana. Y para los menos atrevidos o aquellos que no estén dispuestos a gastarse tanto dinero en su apariencia siempre les quedarán las lentillas de colores de toda la vida.
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